jueves, 9 de agosto de 2012

No me extraña que haya

Gente que procura tanto hacer las cosas de manera diferente que termina constituyendo un grupo de boludos que son todos iguales.

Pensás diferente, te vestís diferente, escuchás diferente. Todo diferente y acotado en la línea que separa lo "under" de lo que no lo es.

Cuando querés acordar, constituís parte de una nueva tribu urbana, sos víctima de una de las ironías más baratas y  estás en el horno...

¡Sos un hipster!




And this post it´s to mainstream


Si tenés hijos, cosas que nunca hay que decirles:


Que la vida es justa.
Que solo hay blancos y negros.
Que el bien triunfa.
Que hay tras de todo una recompensa.
Que hay cielo e infierno.
Que hay castigos/premios eternos.
Que viviremos para siempre.
Que va a haber un reencuentro.
Que siempre nos vamos a amar.

¿Es justo meterle a un chico este modelo de mundo en la cabeza? Apenas caminás dos pasos te tropezás. En cambio si te dijeran las cosas de entrada, costaría más digerir los baches y la grandeza de sus dimensiones. Pero caminarías seguro, más lento y nunca caerías.

¿Por qué prometer que la vida es cosas que no es? ¿Por qué embellecer lo que no es bello? Por qué disfrutar solo lo que es "lindo"? Pensar que simplificar lo complejo es útil al punto que pierde su solidez y consistencia.

Es más fácil decir "no se" que hablar pelotudeces, creanme.

No tengo la menor idea.