jueves, 20 de diciembre de 2012


Hubo un instante en el que me saqué la gorra, la cachiporra y las gafas. Decidí escribir lo que me diera la gana, vomitar desde a dentro, y a su vez intentar que esto no termine en una cursilería sentimental.

Pues cuando el ello se libera, las cursilerías más básicas son las que se asientan primero. Complicado intentar lograr esto, mas voy a intentarlo

Pues hace rato que no incursiono en mi persona. De manera de sacarme la opinión, (y sin pensar que estoy en estado de coma)

¿Cómo es esto?

Pues bien: muy fácil. Si pensara todo el tiempo lo que me surge, dijera lo que pienso, y actuara acorde a esto. Estaría en un loquero, o bien presa. Y no que tenga instintos psicóticos. Pero de seguro empezaría por disgustarme seriamente con el sistema político al punto de obnubilarme. Desistiría a los picotazos de una relación estable, y terminaría empezando por mi misma. Dejaría toda cuanta obligación en el mundo me atañe, y solo por la recompensa de poder tener algo para vivir ayudaría a unos pocos.

La condena que atañe a esto es vasta. Grande, sórdida, inconcientemente me duermo, casi a propósito. Realmente esto no me gusta.

Tiendo a pensar en la sociedad como una máquina, y no considero al individuo. Pues somos muchos y muy egoístas…pero cuando se trata de mi, es diferente…soy humana, se pone en evidencia, recaigo en la afirmación de mi primer concepto: egoísta…

Intento no serlo

Tanto como intento estar despierta.

Tanto como antes de dormir , a veces, muy a la noche pasa esto.

La cabeza se desmaleza
Los mil refranes finalmente acallan
Y podes irte a dormir tranquilo.

Para después despertar e intentar no olvidarte, y jurar eternamente que no volverá a ser lo mismo-.