Mary crismas pa todos

Navidad:

Por que es que todo pseudo intelectualoide intentará dar fe numerosas y reiteradas veces de cuanto odia y cuan patética es la navidad. Es casi tan pesado como su exacto opuesto: Los boludos navideños.

Y no que haya un problema con la religión. A nivel personal, no creo que haya un hijo de dios/sobrino de dios o semidios llamado Jesús. Creo en el como un sabio, como un profeta, como la créeme de la créeme del jet set de Jerusalén hará aproximadamente unos 2000 años. Pero si la gente creyente con su fe y sus ganas quiere creer y llenarte de cartas y demás objetos contundentes, está bien. Dejala ser.

Me dirás, deja ser también a los antis...El problema radica es que ninguna de estas personas parece intentar escribir o demostrar su punto de vista de una forma constructiva, convencerte de lo vacío y hedonista de nuestros actos, nuevas costumbres. Simplemente, largan frases de apariencia aguda, sin contexto aparente (ofensivas naturalmente) o ponen cuan aburridos están o te cuentan lo imbéciles que suelen ser todos en la compleja totalidad de todo su ser.

Por mi parte,  pienso que deberíamos inventar otro día para suscitar la reactivación económica, aquel vertiginoso juego llamado oferta-demanda: el día se debería llamar parranda & reventón, y ese día vamos a vestirnos con nuestras mejores ropas, explotar todo, chuparnos y romper todo y sacar los instintos mas reprimidos y “bajos” durante el año, regalarnos a nosotros mismos el sueldo en tecnología estrella y viajes a Cancún, terminado el día, nos sentiremos satisfechos, resacosos y felices. Aquellos que no quieran participar de la jerga, no se le obligará a hacerlo.

Y el dia de navidad, dejaremos que los religiosos celebren, como celebran los religiosos ( a mi parecer, de una forma un poco aburrida) pero allá ellos. Dejamos que lean sus textos religiosos en paz, hagan su tiempo de reflexión y armonía. Coman lo que sus textos dicen que tienen que comer,  y hagan lo que sus textos dicen que tienen que hacer. Yo eso lo respeto.

Lo que no respeto es que disfracemos esta fiesta de otras cosas que no lo son, tales como costumbres importadas en la búsqueda de la reactivación (o como consecuencia de la globalización), excusa para beber, o hacer explotar pirotecnia. Hasta incluso para reunir familia.

Hasta ayer pensaba que como excusa para reunir familia, la navidad funcionaba, Ahora creo que este experimento no es exitoso en todos los casos, primero porque se puede realizar en cualquier época del año. Segundo, porque si hace falta la excusa, la religión no es la correcta, con la excepción, claro, de que seamos practicantes, o al menos lo tomemos como una forma de encontrarnos, querernos, descubrir porque  nos amamos. Si yo deseara hacer eso, me iría con mi familia (los cuatro) a convivir algunos días a Tupungato. Pero en cambio, nos juntamos 34 personas en mi casa, de las cuales 10 no las veo nunca y otras 5 no las aguanto, e intentar compartír y hacer de cuenta que congenias con ese rejunte improvisado de gente. La sangre no hace a familia, desde mi punto de vista, y a eso de las tres de la mañana quería que se fueran todos (o por lo menos mi tío)

Para ir cerrando, creo también que deberíamos entender el 24 de diciembre como una fecha pactada para una celebración, no nos la tomemos tan a pecho, porque intentar determinar con exactitud una fecha en la edad antigua es una total pérdida de tiempo

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De todas maneras,  mi intención acá es exponer mi visión de la navidad, de una manera un poco mas justificada y sin intención de aparentar una cierta postura, de ofender o polemizar por el solo hecho de hacerlo. La idea de tener un blog en parte es esta, poder escribir, pensar, desarrollar. Puede que me equivoque en mi anterior argumento, y que muchos puedan plantear antitesis a este intento de dialéctica. Pero la realidad es esta a mí pensar: La religión como única razón de ser de estas fiestas, está actualmente rodeada de un contexto que la degrada y hasta la redefine de tal forma que deja de existir, o de ser como tal. Incluidas en dicho contexto, las personas que siguen a la comparsa de santa Claus o aquellos que su único objetivo en esta fechas parece ser demostrar cuanto odian a dicho gordo ficticio y bonachón.

Una lástima